Para Baltimore, con Cariño, desde Austin

Querida 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal,

Saludos desde Austin, Texas, donde el Herald de la Iglesia Episcopal se ha instalado en la Casa Herald, una pequeña colmena de escritores, intelectuales, traductores y técnicos que se preocupan profundamente por el trabajo que ustedes están haciendo en Baltimore.  Esperábamos estar con ustedes y con otros 10,000 episcopales en la Ciudad del Encanto para la gran reunión familiar trienal que es la Convención General.  Sin embargo, siendo buenos episcopales, apreciamos el buen orden y sentimos que era correcto obedecer las pautas creadas debido a la preocupación por Covid.  Estaremos orando por ustedes y con ustedes mientras se dedican a los asuntos esenciales de la Iglesia en los próximos cuatro días.

Que todas sus pruebas de Covid sean negativas.

Que el Espíritu les conceda el poder de reconocerse mutuamente y de alegrarse de la compañía de los demás a pesar de las mascarillas y la falta del precioso filtro de retoque del Zoom para difuminar los efectos de cuatro años difíciles.

Que no se dejen intimidar por los enormes calendarios de consentimiento y los días legislativos que, de alguna manera, son demasiado cortos y demasiado largos.

Y que Dios derrame gracia y un espíritu audaz de compasión sobre ustedes mientras nos guían para hacer un balance de dónde estamos y quiénes somos como Iglesia que ha pasado por muchas adversidades y se enfrenta a grandes desafíos.

En los próximos días, trataremos de escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia y ser un recurso tanto para aquellos de ustedes que están en la Convención General como para los aficionados de la Iglesia que sienten el síndrome de FOMO (miedo de perderse algo) mientras miramos desde la distancia.  Nos hemos dado cuenta de que una enorme cantidad de asuntos eclesiásticos valiosos y sustanciales pasarán a través de los calendarios de consentimiento, los cuales pueden o no ser objeto de discusión. Por ejemplo, casi toda la legislación sobre el Cuidado de la Creación se aprobará de este modo, con la excepción de la continuación del comité.  Dado que ésta es una de las prioridades del Obispo Presidente y un punto débil para la acción comunitaria concertada (amigos, no me refiero sólo a Texas), esperamos elevar y explicar estas medidas.  Anhelamos despertar su imaginación sobre cómo el espíritu y los aspectos prácticos de este trabajo podrían ponerse en acción en su contexto local para formar un futuro diferente para la iglesia.

Esperamos que conversen con nosotros.  En serio, esto puede parecer un poco triste, pero estamos aquí en nuestros teléfonos y computadoras, con todas nuestras cuentas de redes sociales abiertas, esperando escuchar sus preguntas, sus preocupaciones y sus esperanzas para el futuro de la Iglesia.  Si no estamos hablando de lo que están pensando y orando, dennos un empujón. Estaremos atentos, con esperanza y en oración con ustedes.

Con cariño, 

El Equipo Herald de la Iglesia Episcopal